No me importa ver algunos fallos técnicos, la sombra de la cámara e ininteligibles decisiones de montaje si lo que veo es real; no porque se me oculte perfectamente el hecho cinematográfico como en el cine clásico, que con su transparencia y continuidad quiere dar la verosimilitud, sino porque lo que se está retratando me es tan verosímil en sí mismo que me cuesta creer que sea de otra manera a como se muestra en esta ficción, que los actores sean en realidad otras personas, y que estas cosas no sucedan en este pueblo cualquiera.
Quizás es que la absurdidad de las situaciones las separa tanto de las situaciones que pueda yo vivir que entro obligatoriamente en una lógica social que al estar enmarcada en una época que no he vivido, se convierte en la única lógica de esa realidad que pueda conocer; y al atraparme con su encanto y el de sus personajes, mi cabeza no busca automáticamente la manera de oponerse o buscar faltas a lo que veo.
Estoy a gusto viendo la vida en esta película.
Por supuesto, la técnica es importante, y los elementos que saltan en este aspecto siguen estando y no deberían en una realización excelente. Sin embargo, el característico encanto que tienen los personajes llega a convertir estos errores en una prueba de la existencia de este tipo de personajes, no sólo delante de la cámara, sino también detrás. Como si esa torpeza o tranquilidad vital estuviese por todos sitios.
Si no estaba previsto y creado conscientemente, es un error igualmente, pero me asombra verdaderamente cómo todo lo que rodea la película y ella en su conjunto se configura, entre consciente y aleatoriamente, dando una obra en torno a la cual se genera una experiencia tan entrañable.
Por supuesto, esta es mi relación con El extraño viaje, y no es algo que vaya a ser o haya sido así para todo el mundo; pero incluso eso, es decir, yo viendo la película y sintiéndome de esta manera con respecto a ella, es un elemento más que queda englobado en ese aire que emana de la misma, como si todo hubiese estado pensado así desde el primer momento.
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Fotografía por Afra Ramió (recorte) (utilizada para ilustrar la película, de la cual no hay imágenes de dominio público)